Los ex desarrolladores de BioWare han criticado la evaluación de EA de Dragon Age: Dreadwolf's Underformance y la posterior reestructuración de BioWare. El CEO de EA, Andrew Wilson, atribuyó el fracaso del juego a la falta de un gran atractivo, lo que sugiere la necesidad de "características del mundo compartido y un compromiso más profundo" junto con fuertes narraciones para expandirse más allá de la base de fanáticos principales. Esta declaración implicaba que un modelo de servicio vivo, o al menos elementos multijugador más fuertes, habría mejorado las ventas.
Sin embargo, esta interpretación choca con la historia del desarrollo del juego. IGN informó previamente sobre desafíos de desarrollo significativos, incluidos los despidos y la partida del personal clave, y un pivote tardío lejos de un componente multijugador planificado. Según Jason Schreier de Bloomberg, el personal de BioWare vio la finalización del juego como un milagro dado el turno tardío a un enfoque para un solo jugador después de los mandatos iniciales de servicio en vivo de EA.
Esta narración provocó respuestas de las antiguas figuras de Bioware. David Gaider, ex líder narrativo en Dragon Age, criticó la conclusión de EA de que un modelo de servicio vivo era la pieza desaparecida, argumentando que este era un análisis miope y egoísta. Sugirió que EA debería emular el éxito de Larian Studios con Baldur's Gate 3, centrándose en las fortalezas centrales de la franquicia Dragon Age que previamente impulsó fuertes ventas.
Mike Laidlaw, un ex director creativo de Dragon Age, expresó una disidencia aún más fuerte, afirmando que renunciaría si se presionaría para alterar fundamentalmente una exitosa IP para un solo jugador en una experiencia puramente multijugador. Destacó el conflicto inherente entre el atractivo central de la franquicia y un cambio forzado a un diseño centrado en el modo multijugador.
El resultado de estos eventos parece ser la cancelación efectiva de los futuros proyectos de edad de dragón, con BioWare ahora totalmente comprometido con Mass Effect 5. El CFO de EA, Stuart Canfield, reconoció el panorama de la industria cambiante y el rendimiento financiero de Dreadwolf como razones para la reestructuración, que involucró importantes reducciones de personal en BioWare. La declaración enfatizó una reasignación de recursos hacia las oportunidades más prometedoras de EA.